Toronto no cae

La ciudad da marcha atrás en la prohibición de jonrones en un diamante de softbol del extremo oeste después de cuatro años.

La ciudad ha bloqueado la regla de no jonrón en los carteles que colocó en el diamante del patio de recreo de Macgregor. Se mantiene la prohibición de los bates de aluminio y de cualquier juego competitivo.

La ciudad está dando marcha atrás en una regla que prohíbe los jonrones en un campo público de softbol en el extremo oeste del centro, luego de que algunos jugadores criticaran la restricción.

Durante cuatro años, los carteles colocados en el MacGregor Playground cerca de Lansdowne Avenue y College Street han llevado el mensaje inusual: "No se permiten jonrones".

El departamento de parques de la ciudad dice que emitió el decreto contra los dingers para proteger los condominios Enigma on the Park, un edificio de nueve pisos justo sobre el jardín izquierdo de MacGregor.

El condominio se completó en 2019 y experimentó “problemas continuos” relacionados con pelotas que golpearon el edificio y casi golpearon a los residentes, según Anna Morrell, asesora de parques, silvicultura y recreación de Toronto.

La ciudad ha impuesto otras reglas destinadas a dificultar el lanzamiento de pelotas fuera del parque. Además del mandato contra los tiros a la luna, los jugadores también tienen prohibido usar bates de aluminio, lanzamientos por encima de la cabeza o pelotas duras.

“No se permite el juego competitivo de alto nivel”, decían los carteles, que se colocaron en 2019 pero atrajeron una atención renovada esta semana después de que se publicaran fotografías de ellos en las redes sociales.

Lesley Mak, una jugadora de softbol de toda la vida, dijo que se sorprendió al enterarse de las restricciones a principios de este año cuando se unió a la Liga de Softbol de Comedia de Toronto, que celebra juegos en MacGregor los sábados.

Calificó de “absurda” la regla de no jonrones.

Mak, que publicó sobre los carteles en X (anteriormente Twitter), dijo en una entrevista que comprende la necesidad de equilibrar el espacio residencial y recreativo en la concurrida ciudad, pero las otras reglas de MacGregor, como exigir a los jugadores que utilicen bates de madera que carecen del pop de versiones de aluminio, ya hacen que sea menos probable que las pelotas salgan del parque.

Prohibir específicamente los four-baggers no es realista y va en contra del espíritu del juego, argumentó Mak.

“Es muy difícil para alguien jugar y simplemente decir: 'Oh, nunca haré un swing muy fuerte'”.

Tyler Shipley también se opuso a la regla. Juega en la Liga de Béisbol de Queen Street y ha estado usando el diamante desde antes de que se construyera Enigma. Un edificio comercial abandonado solía ocupar el lote del jardín izquierdo.

"No sé por qué los propietarios privados de un condominio pensarían que al construir un condominio allí, podrían luego dictar a los usuarios de un parque público cómo se les permite usar el parque público", dijo.

Al parecer, la ciudad está escuchando las críticas. El martes, después de que el Star enviara preguntas sobre el tema, el personal pegó con cinta adhesiva la cláusula de no jonrón en los carteles del parque.

"El personal revisó la señalización y notó la redundancia en torno a las reglas", explicó Morrell, el asesor de parques, en un comunicado. Dijo que la ciudad está trabajando en señales actualizadas.

Según Morrell, a partir de 2019, el personal de la ciudad y el ex concejal local consultaron ampliamente con los residentes y las ligas de softbol sobre cómo mitigar el peligro que representan las pelotas que golpean el condominio.

Las ligas dicen que perdieron brevemente sus permisos para el campo después de que se construyó el edificio, pero se les permitió regresar con la condición de que siguieran las nuevas reglas. La ciudad comenzó a implementar medidas adicionales casi al mismo tiempo, incluida la instalación de redes en el jardín izquierdo, el aumento de la altura de la cerca del estadio, la adición de cobertura de árboles y la limitación del uso del diamante a los equipos de sóftbol y béisbol juvenil.

Guillaume Dos Santos ha vivido en una unidad del tercer piso de Enigma con vista al estadio durante aproximadamente cuatro años. Dijo que entiende por qué la ciudad impuso reglas destinadas a evitar los jonrones. "Sigue siendo una zona de estar; no quieres romper ninguna ventana", dijo.

Pero nunca ha tenido problemas con las pelotas que golpean el edificio y dijo que las redes parecen estar haciendo su trabajo. Lejos de molestarse por los equipos que luchan abajo, disfruta viéndolos desde su apartamento.

"Es como un juego gratis casi todos los días", dijo.

Tim Jones, quien forma parte del ejecutivo de la Liga de Softbol de Trabajadores del Vino y el Vinilo, dijo que si bien inicialmente la ciudad pareció lenta en actuar ante las advertencias de las ligas sobre problemas potenciales de construir un condominio al lado del estadio, los jugadores y los residentes ahora coexisten pacíficamente. Según la ciudad, cinco ligas de softbol para adultos y dos grupos de béisbol juvenil tienen permisos para el diamante.

Tener que usar bates de madera menos potentes ha frustrado a algunos jugadores que extrañan el poder de los de metal, pero Jones dijo que eso no ha arruinado los juegos.

"Esto se parece al softbol normal, excepto que la pelota llega un 75 por ciento más lejos de lo que lo haría de otra manera", dijo Jones.

"Sigue siendo un gran lugar para jugar".

Ben Spurr es un reportero con sede en Toronto que cubre la política municipal y del ayuntamiento para el Star. Comuníquese con él por correo electrónico a [email protected] o sígalo en Twitter: @BenSpurr.

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